LA LÍNEA VERTICAL, como empresa líder que aplica las técnicas de trabajos verticales más seguras del sector, podemos participar en todas las etapas de la vida de una central térmica: diseño, construcción, mantenimiento y desmantelamiento. Lo hacemos con nuestro grupo de rescate industrial, pero también damos apoyo en mantenimiento y reparación de chimeneas y grandes estructuras industriales, entre otros muchos trabajos.
El sector térmico, sobre todo, las centrales convencionales –las que obtienen energía eléctrica a partir de combustión de que combustibles fósiles como el carbón, aunque además usan otros como el gas natural y el fueloil– son un foco de trabajo importante para LA LÍNEA VERTICAL, y desde nuestra creación participamos habitualmente en tareas de mantenimiento.
Hemos desarrollado, expresamente, el proyecto denominado “Implantación de técnicas de rescate en centrales térmicas”, que llevamos implantando desde 2011, que incluye análisis de zonas de difícil acceso y espacios confinados, planteamiento de procedimientos específicos de rescate para cada espacio de cada central, formación específica del personal en dichos procedimientos en ciclos de formación de 16 horas y suministro de materiales específicos de rescate/evacuación.
El grupo de apoyo al rescate, imprescindible ante el desmantelamiento
Las centrales térmicas convencionales –a diferencia de las de ciclo combinado, que utilizan una turbina de gas y otra de vapor– se enfrentan desde hace una década a un proceso de cierre en toda la Unión Europea ante las políticas de descarbonización, también en España, donde se pretende que las emisiones de efecto invernadero sean neutras no más tarde de 2050.
Como consecuencia de esta transición energética hacia energías más limpias, en LA LÍNEA VERTICAL hemos venido trabajando también en el desmantelamiento de algunas de estas centrales termoeléctricas, un proceso paulatino que suele durar en torno a cinco años.
Los trabajos verticales son muy necesarios, más aún en estas tareas a gran escala donde trabajan hasta 300 o 400 personas. Desde LA LÍNEA VERTICAL garantizamos más soluciones, más rapidez, más ahorro y más seguridad. Un grupo de apoyo al rescate es siempre imprescindible para reducir las situaciones de emergencia y, en caso de que suceda algún accidente durante estas labores de desmantelamiento de una central térmica, actuar con la mayor rapidez posible.
En España se prevé la desconexión de todas las instalaciones termoeléctricas alimentadas con carbón, a excepción de dos: la planta de Es Murterar (Mallorca) –que seguirá abierta al ralentí hasta 2026 por abastecimiento a las Baleares– y la de Aboño (Asturias), que reutiliza también los gases siderúrgicos de la planta aledaña de ArcelorMittal.
Las crisis energética podría posponer los cierres previstos
Las tres últimas plantas que están a punto de cerrar, y de hecho funcionan en periodo de carencia, son las de As Pontes (A Coruña), Soto de Ribera (Asturias) y Los Barrios (Cádiz). Sin embargo, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, tras recibir un informe de Red Eléctrica de España (REE), ha autorizado este mismo mes de septiembre tan solo el cierre de dos grupos de los cuatro de la central de As Pontes, propiedad de Endesa.
Los otros dos grupos de As Pontes han quedado condicionados a la evolución del mercado eléctrico, al considerarse necesarios para reforzar la potencia eléctrica. Son los efectos de la guerra de Ucrania sobre el mercado energético y a las puertas de un invierno que se prevé frío, también por la falta de gas natural. Europa, de hecho, se ha lanzado a reactivar centrales de carbón. En España, hasta estos últimos meses, tanto desde el Gobierno como del sector eléctrico se ha insistido en que no hay marcha atrás. Sin embargo, la incertidumbre provocada por la crisis energética puede posponer los planes. De momento, el cierre de As Pontes, ya no será tan inminente.