LLV POR DENTRO: MARTÍN PÉREZ MOLINA / Inspector de Ensayos No Destructivos

El prestigio y el valor de LA LÍNEA VERTICAL reside en la alta capacitación de sus trabajadores. Un referente es, sin duda, Martín Pérez Molina y el área de inspección-Ensayos No Destructivos. “Llegué a la empresa en marzo de 2015, y principalmente trabajo con base en Cepsa Huelva, en la refinería de La Rábida, aunque también en otras refinerías como BP Castellón y BP Alemania o en centros de Repsol como Puertollano y Tarragona –manifiesta–.

Me pareció muy novedoso lo que hacía LA LÍNEA VERTICAL, que había entrado en la industria con inspecciones y ensayos no destructivos con acceso mediante cuerdas. Estoy muy contento con mi trabajo como inspector y, también, con la empresa”.

Pérez Molina, delineante industrial de grado superior, comenzó a trabajar en LA LÍNEA VERTICAL después de pasar por la oficina técnica de Dragados Offshore y el departamento de inspecciones y ensayos no destructivos de Buqueland. “Comencé en Dragados Offshore en la Bahía de Cádiz con 21 años –relata–. Dibujaba planos de fabricación de estructuras metálicas, plataformas petrolíferas, puentes. Ahí estuve unos ocho años. El proyecto más grande para el que trabajé dibujando planos de fabricación fue el famoso puente Oresund, que cruza el estrecho entre Dinamarca y Suecia”.

LA LÍNEA VERTICAL POR DENTRO: MARTÍN PÉREZ MOLINA / Inspector de Ensayos No Destructivos

“Cuando conocí la inspección y los END me gustó bastante”

En Dragados Offshore tuvo su primer contacto con las inspecciones y los ensayos no destructivos. “Realmente, fue donde conocí este área, y me gustó bastante. Tanto que me formé como inspector visual en nivel II, inspector de ultrasonido de nivel II y de partículas magnéticas y líquidos penetrantes también de nivel II. Obtuve las cuatro certificaciones y comencé en una empresa externa que trabajaba para control de calidad en Dragados Offshore, que era Buqueland”, afirma.

“Estuve también unos cuántos años como inspector visual y coordinador de ensayos –prosigue–. El proyecto más grande en el que trabajé fue la inspección visual y la coordinación de ensayos de la fabricación de las plataforma Jasmine para el Mar del Norte de Conoco Phillips. Cuando acabó este proyecto, fue cuando tras un breve tiempo en el paro conocí a Carlos Martín, socio administrador de LA LÍNEA VERTICAL”.

Solo había un inconveniente: “Yo nunca había tenido contacto con el trabajo vertical ni con el tema de las cuerdas y fue el único requisito que me puso”, recuerda. “Carlos me dijo que le parecía muy interesante el currículum pero que necesitaban que me atreviese con el acceso por cuerdas y lo probé –añade–. Sin haberme subido a un árbol de pequeño, sorprendentemente me gustó. Y aquí estoy, bastante contento de trabajar en LA LÍNEA VERTICAL, que además tiene un departamento de Formación muy bueno”.

“Me siento muy seguro cuando estoy colgado de las cuerdas”

Martín Pérez también puso sacrificio y empeño. “Hice las certificaciones de la Asociación Nacional de Empresas de Trabajo Vertical (ANETVA), que son muy completa. Me he sacado ya el Nivel Of-III de ANETVA, que es el máximo. Las maniobras están muy bien desarrolladas y todo el material homologado, así que me siento muy seguro cuando estoy colgado de las cuerdas”, afirma.

El posicionamiento mediante cuerdas en la industria es notablemente seguro, como LA LÍNEA VERTICAL ha demostrado, “En contra de lo que pudiera parecer, porque cada vez que nos ven colgados de una cuerda a cien metros de altura desde la corona de una antorcha o de una chimenea, cuando volvemos al suelo casi siempre nos dicen que si estamos locos o qué valor tenemos –expone Martín–. Realmente, sin embargo, nos sentimos muy muy seguros. Las cuerdas que utilizamos, por ejemplo, aguantan una tensión de 1200 kilos cada una, que son 22 kilonewton. Sujeto de una cuerda me siento más seguro que en un andamio o que en una escalera, y eso suele sorprender bastante”.

Los técnicos de LA LÍNEA VERTICAL están entre los más prestigiosos de Europa. “Las maniobras para movernos en una dirección u otra son muy seguras también y, además, en inspección tenemos formación también en rescate –manifiesta–, porque tenemos que trabajar en pareja por seguridad y debemos conocer todas las maniobras de rescate por si hubiera algún incidente, desmayo o mareo. Por lo que sea, debemos poder rescatarnos el uno al otro. Entonces, lo que trato de decir es que tenemos una formación bastante amplia que nos da seguridad”.

LA LÍNEA VERTICAL POR DENTRO: MARTÍN PÉREZ MOLINA / Inspector de Ensayos No Destructivos

“Me gusta mi trabajo porque es preventivo… y ahorra tiempo y dinero”

En LA LÍNEA VERTICAL Realizamos inspecciones con toma de espesores en líneas de proceso y equipos con unidades en marcha o en parada. También aplicamos otras técnicas de Ensayos No Destructivos, como radiografía, líquidos penetrantes y partículas magnéticas, adaptadas a la altura. “No es como cuando yo estaba en Dragados Offshore, que se inspeccionaban estructuras en procesos de fabricación, sino que en este caso son instalaciones y estructuras ya fabricadas –relata Martín Pérez Molina–. Las inspecciones que hacemos son de mantenimiento, de comprobación de que esas estructuras metálicas siguen estando en óptimas condiciones”.

En refinería, principalmente, inspeccionamos tuberías, fustes de antorcha, chimeneas, paredes de tanques, recipientes a presión, como pueden ser reactores, intercambiadores. Lo explica el propio Martín. “A todo lo que sea de metal, le hacemos inspección con ultrasonido e inspección visual para comprobar que mantiene el espesor de las paredes y que siguen siendo tuberías en buen estado de uso, dado que en refinería se trabaja a presiones de muy altas temperatura y con paso de los productos como puede ser el crudo, el gasóleo o el queroseno”.

Por ejemplo, describe: “Si una tubería va perdiendo espesor podría reventar y generar un accidente ecológico o incluso con daños a las personas. Así que el trabajo de inspección para comprobar que todas las estructuras metálicas y las tuberías siguen estando en buen estado es a nivel de prevención”. Y, en consecuencia, supone un notable ahorro a las industrias, también de tiempo. “En ese sentido me gusta bastante mi trabajo porque es preventivo. Hacemos todas las inspecciones mediante acceso por cuerdas porque montar andamios sería demasiado lento y costoso –manifiesta–. Nosotros, llegamos, instalamos nuestras cuerdas, accedemos a los puntos de inspección en un momento y en el mismo día está el trabajo hecho. Entonces ahorramos bastante tiempo y dinero. Además, solamente somos una empresa, no varias como suele suceder si hay andamios de por medio”.

 

“Hemos desarrollado y adaptado todas las técnicas de cuerdas”

Pérez Molina explica, además, que la formación es fundamental para todos y cada uno de los trabajadores de LA LÍNEA VERTICAL, un gran equipo y una empresa líder que aplica las técnicas de acceso por cuerda más seguras del sector. “LA LÍNEA VERTICAL está asociada a ANETVA y, además, dispone de un centro de formación e investigación de riesgos en trabajos en altura, FORMAL, donde hemos desarrollado y mejorado aún más las técnicas de trabajo vertical en Industria.

“Al principio, cuando comenzó el acceso por cuerdas y los trabajos verticales en Industria, se aplicaban maniobras de escalada deportiva, en donde se trabaja a una sola cuerda y con materiales un poco más inestable y más inseguro, como pueden ser uñas que quedan apoyadas en un pequeño saliente de una roca y pueden resbalarse con un mal movimiento del deportista –relata Martín–. Nosotros trabajamos a doble cuerda, con materiales muy resistentes, con anclajes a estructuras y puntos fijos siempre seguros, que son imposibles que se suelten o que podrían considerarse prácticamente irrompibles”.

Asimismo, LA LÍNEA VERTICAL siempre intenta estar por delante. “Hemos desarrollado y adaptado todas las técnicas de cuerdas que se conocían hasta el momento en el tema deportivo a la Industria. Prácticamente con el trabajo de LA LÍNEA VERTICAL hemos ido perfeccionando toda la formación que se que se aplica ahora a los cursos de cuerdas y trabajos verticales. En este sentido, hemos sido parte importante en el desarrollo de esas técnicas”, admite el inspector de LA LÍNEA VERTICAL.

Preservar una óptima forma física es, también, imprescindible. “Yo nunca había hecho escalada, solo era aficionado al senderismo y algo, aunque poco, a la bicicleta de montaña. Últimamente, lo que sí que practico parar tener un buen estado físico es ruta por carriles bici con patines en línea, con rollers –reconoce–. Suelo hacer rutas de 25, 30, 35 kilómetros ida y vuelta. Me gusta más que la bicicleta porque los patines los puedes poner en una mochila y te lo llevas a cualquier parte. Y más que el running porque puedes hacer distancias más largas y disfrutar más del paisaje”.