Un equipo de rescate de LA LÍNEA VERTICAL, presente en el desmantelamiento de la central térmica de Compostilla II

LA LÍNEA VERTICAL está presente con un equipo de rescate en el desmantelamiento de la central térmica de Compostilla II (Cubillos del Sil, León), un gigante de la energía y del Bierzo. “Es de las primeras que Endesa puso en España, en la década de los 60, y ahora está desmantelando en esa transición a una energía más limpia en la que todas las energéticas están envueltas”, explica Enrique González, uno de los miembros del equipo de rescate de Compostilla.

Nuestro trabajo, en primer lugar, es estar alerta como equipo de rescate y asistir a cualquiera de los trabajadores en caso de que se produzca algún incidente en cualquiera de los espacios de trabajo de la obra, que en muchos casos son lugares que pueden llegar a ser de difícil acceso. “Esa es nuestra principal tarea –describe González–, pero nuestro trabajo tiene que ver también con la prevención, señalando posibles mejoras de la seguridad en cada uno de los tajos y vigilando en las plantas para ver que se cumplen las medidas de seguridad que están en vigor”.

Los técnicos de LA LÍNEA VERTICAL también se ocupan de asistir a los empleados de la UTE encargada del desmantelamiento de la central térmica cuando tienen que trabajar en lugares con un potencial riesgo de caída en altura. Instalamos entonces líneas de vida tanto metálicas como textiles, para que en caso de que se produzca una caída esta no tenga consecuencias y no pase de ser un susto. “Todas las líneas de vida que instalamos también las certificamos”, añade Enrique González.

Un equipo de rescate de LA LÍNEA VERTICAL, presente en el desmantelamiento de la central térmica de Compostilla II

Un equipo de rescate de LA LÍNEA VERTICAL, presente en el desmantelamiento de la central térmica de Compostilla II

 

 

Presentes durante toda la jornada laboral

“Todo este trabajo lo hacemos en coordinación diaria con el equipo de seguridad de la UTE que está haciendo los trabajos de desmantelamiento –prosigue González–, de manera que nosotros tenemos una relación continua, fluida y directa con las empresas encargadas de las tareas de desmantelamiento, y especialmente coordinándonos con el servicio médico del grupo FROM SALUD, responsables del botiquín”.

El equipo de rescate está formado siempre por un equipo de dos personas, presente durante toda la jornada, desde que llega el primer trabajador hasta que se va el último. Como señala Enrique González, “los trabajadores están trabajando a turnos pero nosotros cubrimos la totalidad de la jornada de todos ellos”.

Contamos, además, con el apoyo material habitual y estandarizado en LA LÍNEA VERTICAL, que es una furgoneta con todo tipo de material, tres tipos de camillas, cuerdas, poleas, un botiquín, un desfibrilador y equipos de respiración autónoma. “Otra de nuestras tareas es estar al día en cuanto a que el material se encuentre en un estado óptimo, siempre verificamos las fechas de caducidad y de revisión de cada uno de los materiales”, manifiesta González.

Un equipo de rescate de LA LÍNEA VERTICAL, presente en el desmantelamiento de la central térmica de Compostilla II

Un equipo de rescate de LA LÍNEA VERTICAL, presente en el desmantelamiento de la central térmica de Compostilla II

Un equipo de profesionales de primera calidad

Para LA LÍNEA VERTICAL es una gran satisfacción estar presente en Compostilla. “Estamos hablando de seguridad, y cuando se habla de seguridad cualquier empresa, y Endesa así lo entiende, necesita contar con un equipo de profesionales de primera calidad, y en este sentido el hecho de que LA LÍNEA VERTICAL esté trabajando en esta central y en otras muchas, pues lo único que hace es ratificar la excelencia del trabajo de rescate del equipo de LA LÍNEA VERTICAL. Creo que estamos hablando de probablemente de los mejores equipos de rescate que hay ahora mismo disponibles en España”.

Un equipo de rescate de LA LÍNEA VERTICAL, presente en el desmantelamiento de la central térmica de Compostilla II

Un equipo de rescate de LA LÍNEA VERTICAL, presente en el desmantelamiento de la central térmica de Compostilla II

Enrique González, miembro del equipo de rescate de Compostilla II, es un ejemplo. “Para quienes estamos en el equipo de rescate es una gran responsabilidad, por suerte rara vez entramos en acción, pero nosotros mentalmente siempre estamos preparados para en cualquier momento resolver una situación que se pueda dar”, relata.

“De hecho, una de nuestras tareas habituales, incluso te diría que aún al acabar la jornada y ya en casa, es repasar el día y prever escenarios de posibles problemas que podríamos tener y cómo resolverlos –añade–. O sea que para nosotros esta tarea de previsualización, de imaginar escenarios posibles y resolverlos, es algo que nos mantiene alerta y en caso de que se produzca algún incidente, digamos que ya tenemos una maniobra pensada, preparada y consensuada por el equipo”.